Algunos tipos de trabajos conllevan una serie de riesgos para los trabajadores, que representan una peligrosidad y que deben ser prevenidos y eliminados, a ser posible, porque pueden afectar a la calidad de vida de éstos. Si pensamos, por ejemplo, en trabajos como el de minero, el de obrero o el de bombero, todos vemos claramente cuáles son los riesgos asociados. Ahora bien, ¿los trabajos de contable, de camarero o de abogado presentan riesgos laborales? La respuesta es sí, aunque de otro tipo.

Existen cuatro tipos de riesgos laborales: los de seguridad, los ergonómicos, los higiénicos y los psicosociales (Generalitat de Catalunya, 2005). A partir de 1974, con la Asamblea Mundial de la Salud se empezó a tener en cuenta la importancia de los efectos psicosociales en el bienestar de los trabajadores; estos factores consisten en la interacción entre el trabajo, el medio ambiente, la satisfacción, las condiciones de la organización, la cultura, las capacidades del trabajador, sus necesidades y su situación personal (OIT, 1986).

Es decir, del mismo modo que alguien que trabaja con maquinaria pesada está expuesto a riesgos laborales de seguridad, ya que podría lesionarse cargando alguna pieza o si ésta le cayera en el pie; un informático puede sufrir riesgos laborales psicosociales, por ejemplo, si tiene que llevar a cabo un volumen de trabajo insostenible para una sola persona y, además, su jefe le exige que no se vaya del trabajo hasta que no lo haya terminado, produciéndole así un alto nivel de estrés. Otro ejemplo podría ser el de una madre que quiere pasar tiempo con sus hijos pero, por otro lado, necesita dedicarle muchas horas al trabajo porque teme perderlo. En este caso, no conseguiría conciliar la vida familiar con la laboral puesto que en el trabajo está pensando que quiere estar con su familia y cuando está con su familia está pensando que está perdiendo horas que debería trabajar.

Estos factores psicosociales tienen una serie de características que los hace difíciles de medir y, por lo tanto, difíciles de prevenir puesto que permanecen en el espacio y el tiempo, afectan a los otros riesgos, son difíciles de objetivizar, tienen escasa cobertura legal, se ven influenciados por otros factores y son difíciles de intervenir (Moreno y Báez, 2010).

¿Qué implican estos riesgos laborales en la vida real?

Para entenderlo, vamos a comparar un riesgo de seguridad con uno psicosocial: el empleado que trabaja con maquinaria pesada, como se ha mencionado anteriormente, y puede que esté expuesto a demasiados decibelios durante su jornada laboral, y puede que también tenga el riesgo de que le caiga una pieza pesada en el pie; esto se puede objetivizar fácilmente ya que midiendo los decibelios de los ruidos de la fábrica podremos encontrar unos auriculares adecuados para insonorizarlos y que el trabajador no los sufra, y pesando las piezas podremos encontrar unas botas de seguridad adecuadas para soportar dicho peso y evitar una lesión en el pie, por tanto estos riesgos han sido fáciles de medir y de evitar.

Sin embargo, no hay ninguna prueba que mida el sufrimiento del informático que pasa jornadas de hasta 12 horas en el trabajo porque no tiene tiempo de acabar el trabajo y que, además, tiene que aguantar las faltas de respeto de su jefe que siempre que se enfada le habla mal, provocando que los otros compañeros lo vean y se acostumbren a hablarle mal también, empeorando así el clima laboral. Como no se puede medir, no se puede objetivizar y esto hace que la prevención y la eliminación del problema se dificulte.

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¿Cómo podemos paliar los riesgos laborales?

Como ya hemos dicho evaluar los riesgos psicosociales no es tarea sencilla, y prevenirlos tampoco lo es, sin embargo, podemos recoger algunas estrategias que nos pueden ser utiles:

  • Aprendiendo a delegar tareas.
  • Tener un cierto grado de autonomía y de variedad en las tareas que se desempeñan.
  • Flexibilizar los horarios.
  • Promover el apoyo y el buen clima laboral.
  • Establecer unos horarios para el trabajo y otros para la familia para poder disfrutar de ambas cosas en su momento.

Según la Dra. Neira “La prosperidad de los negocios se fundamenta mejor en la salud de los trabajadores” (Fundamentos de la OMS Para Entornos Laborales Saludables: Bases, Prácticas y Literatura de Apoyo 2010). Desde la Red europea de promoción de la salud en el trabajo (ENWHP) se apuesta por dar apoyo a las empresas en la promoción de la salud en el trabajo (PST), concepto que nos ayuda a mejorar y prevenir los divesos riesgos laborales y particularmente los relacionados con los riesgos psicosociales que se ha introducido en este articulo, porque la PST mejora el ambiente laboral y produce beneficios para la empresa, para los trabajadores y en definitiva para toda la sociedad.

Elena García

Equipo de Medicina Lliure