Déficit de hierro: consejos para no tener anemia
Una persona con una ligera deficiencia de hierro puede evitar la anemia, generalmente, cambiando su dieta habitual. La alimentación deberá priorizar alimentos que contengan hierro, como las legumbres, los huevos o el hígado de cerdo o de vaca.
El hierro forma parte del grupo de los oligoelementos esenciales, pero, como el cuerpo no los puede producir de forma natural, debe absorberlos a través de los alimentos. Y el hierro es vital porque ayuda a transportar el oxígeno a los tejidos.
Cuando una persona no satisface las recomendaciones diarias de hierro puede acabar teniendo anemia, un trastorno muy común de la sangre que gran parte de la población desarrolla en algún momento de su vida. Para confirmar este problema el médico se basa en pruebas y analíticas de sangre, donde comprueba si los niveles de ferritina –los depósitos de hierro– son correctos.
Las personas mayores, las mujeres embarazadas, los vegetarianos y veganos, así como también las personas con problemas gastrointestinales, tienen un mayor riesgo a la hora de sufrir déficit de hierro.
¿Cuándo se da esta carencia de hierro?
Si el consumo de hierro es insuficiente o perdemos, se da un déficit de este oligoelemento. Es decir, las reservas de hierro del organismo se vacían.
Esto puede deberse a:
- Una pérdida de sangre: por menstruaciones abundantes, sangrados digestivos, donaciones de sangre seguidas…
- Una ingesta insuficiente de hierro.
- Una alteración digestiva que afecte la absorción de hierro.
También existen momentos y etapas concretas en las que hay más riesgo de déficit de hierro, como un embarazo o la realización de deportes de competición. Finalmente, puede haber carencia de hierro en lactantes y bebés, especialmente los prematuros o los de bajo peso al nacer.
Síntomas de la falta de hierro
Cuando el organismo no recibe la suficiente cantidad de hierro no puede suministrar oxígeno a las células, por lo que ven limitadas sus funciones.
Así, el déficit de hierro puede causar:
- Problemas de concentración
- Fatiga
- Dolor de cabeza
- Caída del cabello
- Uñas quebradizas
- Grietas en las comisuras de la boca
- Anemia
- Poca tolerancia al esfuerzo físico
¿Qué es la anemia?
Sin el hierro necesario, el organismo no puede producir una cantidad suficiente de hemoglobina, la substancia presente en los glóbulos rojos que transporta el oxigeno a los tejidos. Cuando el cuerpo carece de suficiente hierro y no produce suficientes glóbulos rojos, se produce la anemia. El tipo de anemia más común es, por lo tanto, la llamada anemia por deficiencia de hierro o anemia ferropénica.
Generalmente, se considera que una persona tiene anemia cuando sus niveles de hemoglobina son inferiores a 12 g/dL, en el caso de las mujeres, e inferiores a 13 g/dL, en el caso de los hombres. En las mujeres embarazadas, este porcentaje aumenta.
¿Tengo anemia?
Los signos de la anemia ferropénica pueden incluir:
- Fatiga extrema
- Debilidad
- Piel pálida
- Dolor torácico
- Latidos cardíacos rápidos
- Falta de aliento
- Dolor de cabeza
- Mareos o vértigo
- Manos y pies fríos
- Inflamación o dolor en la lengua
- Uñas quebradizas
- Falta de apetito, especialmente en bebés y niños
Complicaciones de la anemia
La anemia leve por deficiencia de hierro normalmente no causa complicaciones. Pero si no se trata correctamente puede derivar en problemas de corazón, ya que, cuando se tiene anemia, el corazón bombea más sangre para compensar la falta de oxígeno en la sangre. También puede asociarse, en el caso de mujeres embarazadas, con partos prematuros y bebés con bajo peso al nacer.
Una alimentación rica en hierro
La anemia se puede prevenir, y también tratar, con una dieta rica en hierro. Esta alimentación variada y equilibrada debe incluir alimentos ricos en hierro, como:
- Carne roja
- Casquería
- Huevos
- Vegetales de hoja verde, como las espinacas, el brócoli o los espárragos
- Cereales integrales
- Frutas desecadas, como las uvas pasas o los albaricoques secos
- Marisco
También se aconseja consumir vitamina C porque, junto a los alimentos ricos en hierro, ayuda al organismo a absorber el hierro. Por eso se recomienda acompañar la ingesta de alimentos ricos en hierro con alimentos ricos en vitamina C (cítricos, pimientos i frutas como el kiwi). En cambio, algunos polifenoles –presentes en el café y el té– tienen el efecto contrario: disminuyen la absorción del hierro.
Si fuese necesario, se añaden suplementos de hierro para tratar la anemia ferropénica.
Dra. Clàudia Pueyo
Centre Mèdic Atlàntida