Por qué la lactancia materna es el mejor alimento para tu hijo

Los beneficios de la lactancia materna son muchos, tanto para los bebés como para las madres. Contribuye a un desarrollo saludable del cerebro de los niños y les protege contra infecciones y enfermedades. Por otro lado, ayuda a prevenir el cáncer de mama y de ovario en las mujeres.

La leche materna es, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la mejor fuente de alimentación para lactantes menores y mayores. Es limpia y segura y, además, contiene anticuerpos que protegen a los bebés y niños de muchas enfermedades propias de la infancia, como la diarrea o la neumonía. Todo ello, además, tendrá un efecto positivo en el crecimiento y el desarrollo físico del niño, y también numerosos beneficios emocionales.

El calostro, la primera leche, de color amarillenta, es el alimento ideal para los primeros días de vida y se produce inmediatamente después de dar a luz. Contiene una gran cantidad de proteínas y aporta muchas calorías en un pequeño volumen.

Para estimular la producción de leche en las primeras horas, y semanas, lo mejor es la succión del bebé. Es decir, cuantas más veces amamante, más leche producirá la madre.

 

¿La leche materna es suficiente?

Está demostrado que la leche materna suministra toda la energía y nutrientes que un bebé necesita durante los primeros meses de vida. Tiene las cantidades adecuadas de carbohidratos, proteínas, minerales, vitaminas y grasa.

Es más, su composición se va adaptando a las necesidades del lactante y, por lo tanto, varía a lo largo de la lactancia. Incluso, esta composición de la leche también cambia durante la toma. Al principio, tiene más agua y azúcar, para aportar más calorías y saciar al bebé.

Es importante ofrecer esta lactancia a demanda, es decir, siempre que el niño quiera y todo el tiempo que quiera, de día y de noche. Para evitar ingurgitación, se recomienda comenzar cada toma por el pecho del que el bebé no mamó –o mamó menos– en la toma anterior.

 

¿Hasta cuándo amamantar?

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Las recomendaciones son iniciar la lactancia durante la primera hora de vida del bebé y mantenerla, en exclusiva, hasta los 6 meses. A partir de entonces, los niños empiezan con la alimentación complementaria adecuada, introduciendo paulatinamente otros alimentos después de la toma de pecho.

Mientras, madre e hijo deben continuar la lactancia hasta los 2 años o más, si así lo desean. Aunque menos frecuente, dar el pecho más allá de los 2 años continúa siendo beneficioso para ambos. El destete deberá hacerse de forma progresiva y respetuosa.

 

Estos son los beneficios de la lactancia materna

  • Los niños amamantados son menos propensos (en un 13%) al sobrepeso o a la obesidad.
  • La leche materna también disminuye el riesgo de diabetes tipo 2 en un 35%.
  • Los bebés amamantados tienen un 60% menos de probabilidades de morir por el síndrome de muerte súbita.
  • La lactancia materna se asocia con una reducción del 19% del riesgo de leucemia en la infancia.
  • La lactancia materna promueve el apego entre madre e hijo, esencial para un buen desarrollo como persona segura e independiente.
  • Las mujeres que amamantan presentan un menor riesgo de padecer cáncer de mama y de ovario.
  • La leche materna es sostenible y buena para el planeta: no contamina, no necesita empaquetarse ni genera residuos.

 

En pocos casos está contraindicada la lactancia, y ocasionalmente puede ser difícil o provocar molestias.

En casos de dificultades por amamantar, es muy importante pedir consejo a un profesional y no angustiarse.

 

Semana Mundial de la Lactancia Materna

Cada año, durante la primera semana de agosto, se conmemora la Semana Mundial de la Lactancia Materna. Esta campaña mundial quiere concienciar y estimular la acción sobre iniciativas relacionadas con la lactancia materna.

Es decir, su reto es informar a las personas de su papel claro en el apoyo a la lactancia materna; incidir en los sistemas para un cambio transformador que garantice el éxito de la lactancia y establecer la lactancia materna como parte de una buena nutrición, seguridad alimentaria y reducción de las desigualdades entre países.

Y es que la lactancia materna es una de las formas más eficaces de garantizar la salud y la supervivencia de los niños. Pero, pese a eso, casi dos de cada tres menores de un año no son amamantados exclusivamente durante los seis primeros meses de vida, tal como recomienda la OMS.

 

Dra. Claudia Pueyo
Centre mèdic Atlàntida