Hoy en día existen muchos estereotipos sobre la vejez. La palabra vejez tiene muchas veces una connotación negativa ya que se asocia al final de la vida, problemas de salud o fragilidad. Si a una persona se le da a escoger entre ser joven o viejo, lo más probable es que escoja la primera opción ya que tiene mucha vida por delante, pero qué pasa si uno escoge ser viejo, pues implica que a diferencia del joven ha tenido la oportunidad de crecer, de experimentar, de conocer, en resumen, ha tenido una experiencia pues la edad no es más que un número que señala la experiencia vital, cosa que elegir ser joven esto se convierte en una incerteza.
Uno de los grandes problemas que enfrenta la vejez actualmente es de carácter social: la construcción social que se hace sobre una persona mayor a partir de estereotipos, destacando las connotaciones negativas antes que las positivas, invitando a dar una visión deprimente de la vejez, creyendo que su rendimiento no será bueno, elaborando estrategias de evitación ya que responden a profecías sociales que se supone que los mayores ya no pueden o deben (Arias y Iacub, 2010). Todo ello acaba por dificultar la oportunidad de envejecer bien.
La valoración que se da de la vejez no siempre es la misma en todos los sitios, ya que puede variar en función del tipo de sociedad en la que se esté:
- En sociedades cazadores-recolectores: en este tipo de sociedad, las personas mayores ocupan un rol importante con en cuanto a las obligaciones, dado que se encargan de la transmisión simbólico-cultural del conocimiento debido a su experiencia acumulada y porque no cuentan con registros escritos que permitieran transmitir el saber.
- En sociedades agrícolas: En este caso las personas mayores ocupan un estatus dominante tanto en el ámbito familiar como social y su autoridad se impone mediante una serie de normas culturales que favorecen la coexistencia y coresidencia intergeneracionales.
- En sociedades industriales: vendrían a ser las sociedades como la que vivimos, las personas mayores normalmente están aislados del resto del grupo o reciben ayuda de sus descendientes mientras no pongan en peligro su nivel de bienestar estándar (Carbajo, 2009).
Como podemos observar en estos tres tipos de sociedades el valor y el rol que juega una persona mayor es muy distinto, por lo que nosotros decidimos qué significado y qué rol le queremos dar a la palabra viejo, una palabra que significa sabiduría y experiencia pudiendo tener su importancia dentro de la sociedad o bien un significado de fragilidad e inutilidad apartándolo de poder darle la oportunidad de ser útil.
Por otro lado, hay estudios sobre el hecho de que el bienestar, la felicidad, la satisfacción vital y el afecto positivo no decrecen en la vejez. Se ha observado que a medida que pasa el tiempo no sólo se mantienen sino que se puede ver aumentado, produciendo lo que se conoce como la “paradoja de la vejez”. Aunque haya un declive físico y cognitivo, se mantiene e incluso puede verse incrementado el bienestar psicológico. Esto permite romper el estereotipo negativo de que las personas mayores son personas depresivas o de humor negativo.
Respecto a las emociones, en las experiencias de fluidez (se refiere a un estado psicológico que pueden experimentar las personas en la ejecución de actividades motivadas intrínsecamente), las emociones positivas siguen presentes y se mantienen a un nivel similar a la de los adultos jóvenes.
Si hablamos de la sexualidad en la vejez, uno puede caer en la tentación de pensar que una persona mayor pierde el apetito sexual o no desea mantener relaciones sexuales. Sin embargo hay estudios que nos indican que no es así, la disminución de la sexualidad se debe más al deterioro de la salud o la viudez que al aumento de la edad, e incluso hay estudios longitudinales en que mostraron que los adultos mayores tienen una sexualidad activa.
A modo de conclusión, tenemos por una parte de que sí es verdad que con el paso de los años el riesgo de padecer una enfermedad aumenta, así como la presencia de deterioro cognitivo, pero por otro lado hay muchos estereotipos sobre la vejez que no son reales, como que son menos felices o se disfruta menos de la vida.
El tener más años de vida implica una experiencia y una visión de la vida que desde otro modo no se puede obtener. De nosotros como personas y como sociedad depende si queremos otorgarle un significado positivo o negativo a la vejez y de que estos puedan desempeñar un rol activo o pasivo en la sociedad.
Jordi Quintanilla
Equipo de Medicina Lliure