Determinadas plantas son capaces de prevenir y curar ciertas afecciones. Por ello, el botiquín que tenemos en casa, en el trabajo o en el colegio se puede complementar con remedios fitoterapéuticos. Se trata de lociones, cápsulas, tónicos o pomadas elaborados con especies vegetales cuyo poder sanador ha sido científicamente demostrado –como el tomillo, el eucalipto o la valeriana, entre muchas otras– e incluso hojas, flores y raíces de determinadas plantas, que pueden ser utilizadas para preparar infusiones, baños, cataplasmas o inhalaciones.
Para los procesos gripales y catarrales…
Algunos remedios fitoterapéuticos pueden ser beneficiosos para la prevención y el tratamiento de algunas afecciones:
- Prevención: Durante los cambios de estación, la equinácea (habitualmente en cápsulas) ejerce una acción protectora del organismo. No obstante, esta planta también se puede utilizar como complemento del tratamiento del resfriado, para evitar recaídas y acortar su duración.
- Tratamiento: En caso de tos con expectoración, se recomiendan las infusiones de eucalipto y candelera, mientras que las que combinan pensamiento, amapola y tomillo a partes iguales están indicadas para aliviar la tos seca. Por otra parte, inhalar vapor de hojas de eucalipto puede ayudar a aliviar la congestión nasal, excepto en ataques graves de asma o si se padece bronquitis espasmódica, como advierten los farmacéuticos.
Para el dolor…
La valeriana, a parte de tener acción sedante, ansiolítica, antiespasmódica e inducir al sueño, también es un relajante muscular, por lo que se emplea como tratamiento complementario de los dolores provocados, por ejemplo, por contracturas musculares. Para estas dolencias, y para golpes, contusiones y dolores articulares o reumáticos también resulta útil la pomada de árnica o los baños con romero, tomillo y pino.
Para el nerviosismo, el estrés y el insomnio
“La amapola (pétalos), la amapola de California (partes aéreas en flor), el espino blanco (en flor y hojas), el lúpulo (inflorescencias femeninas), la manzanilla (flores), la melisa (hojas), la pasiflora (partes aéreas), la valeriana (raíces) o la tila (inflorescencia y hojas) son algunas de las plantas más conocidas y utilizadas tradicionalmente en caso de nerviosismo”, explica el Colegio Oficial de Farmacéuticos de Barcelona.
Se pueden consumir en cápsulas, pastillas o infusiones, y ayudan a reducir la ansiedad, los nervios y el estrés. De hecho, la combinación de valeriana, tila y pasiflora suele recomendarse en caso de insomnio. En cambio, para combatir los trastornos del sueño que padecen algunos niños es preferible la amapola, puesto que su acción sedante es más suave que la de las plantas citadas anteriormente.
En casos de ansiedad, la amapola de California, el lúpulo, la pasiflora y la valeriana son las plantas más empleadas, ya que se trata de especies con un importante poder ansiolítico.
Para los problemas digestivos…
Entre los recursos fitoterapéuticos que se pueden encontrar para aliviar problemas digestivos, destacan las plantas para tratar:
- Cólicos: La camomila es una planta con acción sedante y antiespasmódica ideal para tratar los cólicos de los bebés y los trastornos digestivos derivados de estados de nerviosismo (la melisa también cumple esta función y, además, induce y mejora el sueño).
- Malas digestiones: Para tratar las digestiones lentas, que producen amargura en la boca y estreñimiento, se aconseja tomar infusiones de boldo, alcachofa o cardo mariano tras las comidas. Las tisanas con manzanilla e hinojo son perfectas para combatir las digestiones pesadas.
- Otros problemas: El estreñimiento se puede mejorar tomando semillas de lino y fibra soluble, acompañadas de agua y productos lácteos que regeneran la flora intestinal. Para el problema contrario, se recomiendan la agrimonia y la ortiga blanca en infusión, junto con una dieta blanda. Las plantas astringentes, como el té, las antiespasmódicas como la manzanilla y las carminativas, como el anís, el comino o el hinojo, también son útiles contra la diarrea y, además, son efectivas contra los gases intestinales y los espasmos.
Los baños medicinales: otra opción efectiva
Para preparar un baño fitoterapéutico es necesario añadir al agua una infusión o decocción de las plantas aromáticas o medicinales elegidas para conseguir el efecto deseado. También se suelen utilizar aceites esenciales.
El Colegio de Farmacéuticos de Barcelona explica que un baño puede ser frío (10-20ºC y de unos 3 minutos), fresco (20-28ºC y de unos 15 minutos), templado (28-35ºC y de unos 20 minutos) o caliente (35- 40ºC y de unos 20 minutos).
Según sus indicaciones terapéuticas será un baño antirreumático, tonificante, relajante, sedante, depurativo, etc. Por ejemplo, si lo que queremos es un efecto sedante, podemos preparar un baño con plantas como la tila, la flor de naranjo y el cálamo.
Dr. CarlesRabassa
Centre Mèdic Atlàntida